Por jon
Publicado el 26 marzo, 2024
A pesar de la creciente expectativa en torno al uso de la inteligencia artificial (IA) en organizaciones y empresas, aún falta desarrollar propuestas sistematizadas para la formación continua en este campo.
El estudio “What’s the future of generative AI?” de McKinsey de 2023 revela que, históricamente, las tecnologías impactaron principalmente en tareas físicas. Sin embargo, la inteligencia artificial (IA) parece tener un efecto aún mayor en trabajos relacionados con el conocimiento, especialmente en áreas como la toma de decisiones y la colaboración. La capacidad de generación de patrones y categorías novedosas, la creatividad, el razonamiento social y emocional están siendo alcanzados a una velocidad sorprendente por las IA generativas.
En consecuencia, es probable que profesionales en campos educativos, legales, tecnológicos y artísticos vean parte de sus tareas automatizadas antes de lo previsto, ya que las IA generativas no solo pueden detectar patrones, sino también producir contenido escrito, imágenes, audios y videos.
¿Qué nos distinguirá como humanos en este escenario? ¿Será la creatividad, la capacidad crítica, el deseo y la pasión? ¿Se pueden enseñar y entrenar estas habilidades? ¿Qué sucede en caso de un apagón tecnológico, desde el aspecto energético? Estas preguntas nos llevan a reflexionar sobre la naturaleza cambiante del trabajo y la educación en la era de la IA.
El informe de McKinsey también revela que muchas personas, independientemente de la industria o posición, ya han interactuado con herramientas de IA generativa. Sorprendentemente, la generación baby boomer utiliza estas herramientas con más frecuencia que la generación milenial. Sin embargo, la demanda de personas alfabetizadas en IA sigue superando la oferta en el mercado laboral.
En los noventa, aprender computación y un idioma extranjero era crucial para asegurar un buen trabajo en el futuro. ¿Pero qué saberes son importantes hoy, en la segunda década del siglo XXI? Con las plataformas de traducción simultánea y el desarrollo de código facilitado por IA, las habilidades requeridas en el mundo laboral son cada vez más diversas y cambiantes.
Países como Australia, Canadá, Países Bajos y Alemania han incorporado la formación en STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), educación ambiental, multicultural y global, financiera, emprendedurismo y bienestar en sus sistemas educativos. Estas reformas educativas se basan en contratos a largo plazo que se adaptan a las necesidades del mercado laboral y a la proyección de la sociedad.
Estamos en una época en la que fenómenos como el burnout y el poco engagement tensionan el propósito del mundo laboral. Cada día surge una nueva profesión amenazada por la IA, y algunas empresas ya cuentan con CEOs que son avatares creados con IA. McKinsey estima que hasta el 70% de las actividades laborales pueden automatizarse. Esto redefine el sentido del trabajo y, inevitablemente, el de la educación también.