Deadbots: La Tecnología Controvertida que Permite “Resucitar” a los muertos con IA

Por jon
Publicado el 31 mayo, 2024

Cada vez más startups están ofreciendo la posibilidad de mantener vínculos con familiares fallecidos. Sin embargo, expertos advierten sobre los costos emocionales y morales de esta práctica.

En el pasado, se recurría a la tabla ouija o a médiums para comunicarse con los muertos. Hoy, el auge de la inteligencia artificial ha dado lugar a los deadbots, una nueva tecnología que plantea varios peligros al jugar con los límites de la existencia.

La industria post mortem ha encontrado una forma de aprovechar la IA Generativa para crear réplicas intangibles de personas fallecidas, con el objetivo de trascender la fase biológica del cuerpo.

“Estos servicios pueden ser atractivos para quienes contemplan su eventual fallecimiento, ofreciendo opciones como el envío de correos electrónicos póstumos, o para aquellos que desean una representación deepfake de un ser querido”, explica Mauricio Figueroa, candidato a doctor en regulación tecnológica por la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido.

Cada vez más startups ofrecen la posibilidad de extender los vínculos con familiares fallecidos.

 

Ya sea una iniciativa privada o una empresa comercial, el primer paso de cualquier deadbot es rastrear las huellas digitales del fallecido para que su clon pueda asumir esta nueva identidad sintética.

“La comercialización de los robots fantasma representa una nueva forma de mercantilizar los vínculos íntimos y de remodelar nuestra relación con los difuntos”, añade Figueroa.

La conciencia de estos gemelos virtuales se forma a partir de los datos y patrones de lenguaje presentes en las redes sociales. Luego, un algoritmo simula los rasgos de personalidad y devuelve a la vida a la persona fallecida.

Al final del proceso, el espectro cibernético se materializa en un avatar 3D realista que, con una mirada compasiva, puede recordar anécdotas y conversar por videochat.

“Hoy en día, preservar los registros digitales se ha vuelto crucial para quienes enfrentan la pérdida de un ser querido. La posible pérdida de este material o la obsolescencia digital puede causar lo que Debra Basset llama una segunda pérdida, subrayando la importancia no solo de la pérdida física, sino también de la conexión emocional mantenida a través de los restos digitales”, comenta Figueroa.

Aunque pueda parecer extraño, un estudio empírico realizado en Israel con 1401 participantes reveló que los rasgos de personalidad narcisistas, combinados con el miedo a la muerte y el deseo de inmortalidad simbólica, podrían llevar a muchos a crear un avatar de sí mismos o de un ser querido.

Aunque este artificio permite a los allegados establecer el contacto deseado, plantea importantes dilemas morales. Muchas empresas que manejan estos robots operan sin regulación ni control.

Además, estos chatbots generativos no siempre respetan las secuencias predefinidas en su programación, ya que pueden improvisar diálogos no incluidos en el guion. Con el tiempo, la IA podría evolucionar más allá de su lógica inicial.

Esto plantea la posibilidad de que el deadbot se convierta en una entidad que no refleje la naturaleza o las opiniones del fallecido, llegando incluso a difundir información errónea o crear una imagen falsa que empañe su memoria.

“La discusión debe enfocarse no solo en la privacidad y protección de datos, sino también en las leyes que protegen la imagen de una persona de manera más integral, como el right of publicity en el sistema norteamericano, que se ha extendido en muchos casos a personas fallecidas”, concluye Figueroa.